En muchas ocasiones vamos caminando por la calle y es inevitable encontrarnos con heces fecales de los perros callejeros e incluso también hay algunos dueños de estos bellos animales que no les importa recoger sus desechos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado en qué afecta al ser humano que las popós de los perritos se queden ahí?
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México cada año se emite más de una tonelada de residuos fecales, donde la mayoría son de perros y gatos. Estos desechos naturales se deshidratan y se convierten en polvo que es arrastrado por el viento, por lo tanto es un factor importante de transmisión diferentes enfermedades.
Primero está el parásito toxocara que ataca el globo ocular y genera estrabismo en los niños, pérdida gradual e incluso ceguera; el ancylostoma giarda ataca a los intestinos; el toxoplasmosis puede provocar problemas en el globo ocular y también aborto en madres gestantes o retardo mental en el bebé.
Sin embargo uno de los problemas más frecuentes a los que se encuentran los dueños de los perros es que no hay un lugar en específico para tirar las bolsas con las heces.
Sin olvidar que algunos los recolectores de basura no saben que hacer con ellas, es por eso que la UNAM recomienda tirar las heces en las coladeras de las casas.